Durante el período académico, los niños, niñas y adolescentes tenían gran parte de su agenda diaria dividida entre clases online y quehaceres escolares. Esta situación los mantenía alejados de los largos tiempos ocio. Ahora, un nuevo panorama se une a la situación de confinamiento: vacaciones escolares.
En este momento, los infantes y jóvenes están pasando mucho más tiempo frente a las pantallas para buscar fuentes de entretenimiento y medios para mantener contacto con sus amigos. Estas son actividades que, sin duda, ayudan a reducir el impacto emocional que esta “nueva normalidad” pueda causar en los más pequeños.
Sin embargo, existen riesgos emergentes a los que pueden estar expuestos nuestros hijos en el mundo digital. Teniendo en cuenta el aumento exponencial del uso de los teléfonos inteligentes y de las redes sociales en cuarentena, un tema del que debemos dialogar es el ciberacoso.
La pandemia del COVID-19 hace necesario reforzar la prevención en los hogares. Las situaciones de acoso cibernético y sexual han incrementado notoriamente en época de confinamiento. De acuerdo con un informe reciente de UNICEF, 1 de cada 3 jóvenes dicen haber sufrido ciberacoso.
Proteger a los niños de estas amenazas es tarea de todos. Afortunadamente, son muchas las organizaciones que realizan acciones para frenar estas conductas. Una de ellas es Fundación Habla, quienes enfocan sus esfuerzos en proteger a la infancia y adolescencia del acoso cibernético, sexual y de la intimidación.
“El termino ciberacoso se puede definir como cualquier invasión a la seguridad e integridad de una persona con la clara intención de herir o hacer daño, en este caso a un niño, niña o adolescente, a través de medios digitales y en donde se establecen asimetrías de poder entre el agresor y el agredido. Este tipo de maltrato suele ser continuado en el tiempo y generar en las victimas sentimientos de desesperanza e indefensión”, explica Verónica Vidal, psicóloga y asesora en el departamento de psicología de Fundación Habla.
Vidal comenta que cualquier dispositivo o plataforma que permita la interconexión entre personas puede convertirse en un espacio propicio para el ciberacoso y grooming o acoso sexual: “El acoso puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las consolas con juegos online de colaboración y los teléfonos móviles. Desde la crítica y los insultos, hasta las formas más peligrosas, como el acoso sexual a menores de edad, se pueden encontrar en las plataformas digitales”
Sin duda, son situaciones a las que debemos prestar atención y de las que debemos proteger a los más pequeños. Cada caso es diferente y la manera de abordarlo también. En un próximo artículo, presentaremos algunas recomendaciones para prevenir estas situaciones de riesgo.
