El acceso a las tecnologías es cada vez mayor, y el mundo online está muy presente en la vida de la mayoría de los niños y adolescentes. Internet se utiliza para hablar con amigos, estar al tanto de novedades o hacer consultas para la escuela. Y ahora que esta tecnología ha llegado a las aulas, ¿cómo podemos aprovechar todo su potencial?
- Es una realidad que los estudiantes están inmersos en una cultura digital de la que ya no pueden ni deben salir. Por este motivo, debemos entender que es importante que aprendamos a usar estas herramientas como mecanismos para que a los alumnos les resulten atractivas las actividades realizadas en el aula y también fuera de ella.
- Establece límites para el uso de los móviles y ordenadores en el aula. Es importante que el estudiante tenga diversas formas de interacción para enriquecer su experiencia en el ámbito escolar. Esos límites, sin embargo, no deben imponérsele de forma autoritaria. Es preciso dialogar para que el alumno se sienta partícipe de la decisión de permanecer offline durante algunas horas.
- Otra buena práctica consiste en establecer una interacción entre las herramientas de enseñanza tradicionales y los nuevos entornos digitales. Se puede crear un grupo de WhatsApp para discutir sobre la lectura de un libro, por ejemplo. Una página de Facebook puede ser un canal para la publicación de trabajos.
- Indícales portales de consulta serios y señálales la importancia de crear y construir algo nuevo a partir de lo que busquen en la Red. La producción de conocimiento no debe limitarse a copiar y pegar contenidos de Internet: las referencias y las fuentes de investigación son importantes y deben figurar en la bibliografía. Reproducir un texto de otra persona solo es plagio si no consta la referencia de la fuente.
- Descubre qué actividades online les gustan más a tus alumnos. Conoce las webs, los videojuegos y las redes sociales que usan para entender mejor su entusiasmo.
- Si estás preocupado por alguna situación difícil que algún alumno pueda estar viviendo en Internet, como el ciberacoso, no dejes de hablar con él sobre el asunto. Muéstrate abierto y dispuesto a ayudar.