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    Comportamiento - 17/04/2019

    Ciberacoso: violencia digital

    6 min Tiempo de lectura

    Cuando estábamos en pleno proceso de realización del libro “Si los pupitres hablaran” con Editorial Planeta, Fernando Pereira y este servidor relatamos en el texto el caso de Mariela (14 años).

    Una adolescente que prende su computadora, abre su Facebook, y cual no será su sorpresa, encuentra en su muro un mensaje que la descalifica, haciendo burlas sobre su contextura con palabras hirientes y ofensivas.

    Al comienzo, pensó que se trataba solo de una broma. Algo esporádico, pero no, las bromas continuaron, se hicieron permanentes, incorporando otros contenidos humillantes y descalificadores. Lo que más le dolía era que sus compañeros del colegio y también “amigas del Facebook”, no la defendían, al contrario, un grupo se dedicó a colocar comentarios relacionados con situaciones en el centro educativo, que agravaban aún más la situación.

    La supuesta “amiga de Mariela”, a quien por cierto, aceptó sin saber quién era, con sus comentarios, demostraba conocer mucho de su intimidad, la duda es si era   alguien muy cercano, que creó una cuenta cambiando su identidad, o alguien desconocido que contaba con informantes que le suministraban los datos.

    Mariela solía colgar fotos de viajes, artistas de quienes era fan, fotos con su novio, comentarios en su estado sobre sus vivencias escolares… y nunca imaginó que toda esa información sería utilizada en su contra.

    No le comentaba nada a nadie, ni siquiera a su familia por temor a reproches o castigos.

    El chisme no se hizo esperar, y los comentarios, burlas e imágenes con foto montajes, comenzaron a navegar por las redes sociales.

    El personal directivo cuando se enteró de la situación y vio que el colegio estaba involucrado, por los comentarios relacionadas con personas de la comunidad educativa, decidió no actuar, al contrario alegó que ellos solo tenían que responder por lo que sucedía de la puerta hacia adentro y no de lo que pasaba más allá del centro educativo.

    Cuando se presentan casos como estos no sabemos cómo actuar frente a esta forma de violencia que toma las pantallas de las computadoras, celulares y demás equipos tecnológicos.

     

    ¿Qué es el ciberacoso?

    Es una forma de violencia, también llamada ciberbullying por su traducción al inglés.

    La gravedad del ciberacoso viene dada porque tiene una audiencia ilimitada, traspasa las fronteras, se mantiene en el tiempo, después que se difunden los contenidos, son difíciles y casi imposibles de borrar. Un acoso ocurrido en la escuela puede perseguir al joven hasta la universidad y más allá.

    Como es una violencia que no se realiza cara a cara, puede costar más identificar al culpable para hacer que asuma la responsabilidad de sus actos.

    Es un tipo de violencia  que se vale  de la  información electrónica como correos, redes socialesblogsmensajería instantáneamensajes de textoteléfonos celulares, para acosar a un individuo o grupo  de  manera sistemática,   mediante ataques personales, burlas, intimidación, hostigamiento, difamación y pare usted de contar.

     

    Tipos de ciberacoso

    Existen diferentes formas de realizar el ciberacoso y de acuerdo a la intención se le pone apellido por ejemplo: ciberacoso sexual, cibermontaje. ciberacecho (acoso en línea) …

    Sexting. Es una nueva forma de relación virtual entre los adolescentes y jóvenes. El término se compone de dos palabras en inglés sex (sexo) y texting, porque comenzó con los mensajes de texto vía celular.

    Se trata de contenidos muy íntimos, generados por los propios remitentes, mediante la grabación de sonidos, fotos o videos de comportamientos sexuales, desnudos o semidesnudos, normalmente destinados a una pareja sexual o amorosa, aunque también en no pocas ocasiones, a otros amigos, como un simple juego. Sin tener conciencia que esto los expone a graves riesgos.

    El sexting resulta muy peligroso. El que se hace la foto pierde absolutamente el control sobre ella una vez que la envía. 

     

    ¿Quiénes están implicados?

    El ciberacoso es el acoso virtual y al igual que el acoso interpersonal, está el acosador, la víctima y los testigos.

    Es importante saber que a pesar del aparente anonimato de los ciberacosadores, su cuenta queda registrada en internet y pueden ser ubicados.

    El ciberacoso es una forma de violencia realizada a través de las tecnologías. Cuando los niños, niñas y adolescentes se involucran, directa o indirectamente, en condición de víctimas o victimarios, usurpan el nombre de las víctimas, difunden acusaciones falsas, amenazan, calumnian, hostigan e incluso pueden inducir al suicidio, situaciones que dependiendo de la gravedad pueden constituir delitos.

    Hay otras situaciones, no tipificadas como delito, pero   que vulneran el derecho a la propia imagen, honor, integridad moral, intimidad familiar, revelación de secretos… constituyendo formas de violencia por los daños que producen en las víctimas.

     

    ¿Qué podemos hacer en la familia?

    La familia es clave para la prevención del ciberacoso. Podemos explicarles a nuestros hijos que utilizar internet es como salir a la calle. Hay que estar alerta por dónde te metes, con quién te comunicas, con qué te recreas.

    Enseñarles el uso adecuado de las tecnologías. Pero antes tenemos que informarnos y formarnos sobre cómo utilizar adecuadamente estas herramientas. Podemos sentarnos con ellos y navegar juntos, aprender a utilizar las redes sociales, recordemos que saben mucho más de lo que podemos imaginar.

    Actuar a tiempo. Con el ciberacoso, se enmascaran otras situaciones. Es una forma de violencia que no puede pasar desapercibida.

    Si sabemos que nuestros hijos utilizan el ciberacoso como una forma de ganar popularidad, llamar la atención y adquirir poder, es necesario solicitar apoyo especializado para indagar cuáles son las causas que hacen que se diviertan generando dolor y malestar en los otros.

    Enseñar la importancia de pensar antes de enviar. Es necesario apoyarlos para que tomen consciencia. Lo que se publica en internet o sale del celular, se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de nuestro control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento.

     

    ¿Cómo actuar cuando se es víctima de ciberacoso?

    Actuar cuanto antes. El ciberacoso es una forma de violencia que no puede pasar desapercibida. Si no se actúa a tiempo puede dejar marcas emocionales que repercuten en la salud física y emocional, en las relaciones interpersonales, rendimiento escolar y que en casos extremos puede llevar a atentar contra la propia vida.

    Escuchar sin juzgar.  Es muy importante que las personas víctimas de ciberacoso se sientan apoyadas, contando con el soporte emocional que les permita recuperar la confianza en sí mismos.

    Si no se cuenta con las herramientas para apoyar a nuestro hijo o estudiante es importante buscar asesoría profesional, especialmente cuando se torna depresivo, pierde el interés por el entorno, se resiste a ir al centro educativo; cambia sus hábitos alimentarios, consume alcohol o drogas, presenta trastornos de sueño; se enferma con frecuencia, se torna violento u hostil, amenaza con quitarse la vida o incluso realiza intentos de suicidio. Son señales que no pueden ni deben pasar desapercibidas.

    El trabajo con quienes realizan el acoso y con los que colaboran requiere intervenciones que posibiliten tomar conciencia de las graves consecuencias en las victimas y en la vida de los acosadores directos e indirectos, con implicaciones  que pueden contemplar sanciones severas como la  privación de libertad.

    Autor: Óscar Misle – @oscarmisle

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