¿Conoces a los millenials? Esa juventud que nació en medio de la revolución tecnológica, del ordenador, de Internet y de las redes sociales y que ya se ha hecho o se está haciendo adulta. ¡Cómo pasa el tiempo! ¿Verdad? Esta gente trabaja, paga sus facturas y, aunque parezca mentira, está comenzando a tener hijos. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, organismo público americano, las personas que se convertían en padres de esa generación correspondían ya a ocho de cada diez en 2015. Es un grupo que representa el 31 % de la población y el 34 % de la fuerza laboral del país. Según una encuesta, ser buen padre o madre tiene una prioridad alta para el 52 %, mientras que el 60 % afirma que tener hijos es «extremadamente importante» para la identidad individual, por encima de la generación X (58 %) y de los «baby boomers» (51 %).
Existen innumerables grupos de madres y padres en las redes sociales y numerosas comunidades con los enfoques, intereses y objetivos más diversos: aquellos interesados en entablar amistad y compartir experiencias con otras madres/padres de gemelos, trillizos, etc., aquellos que buscan información sobre lactancia, sobre la mejor forma de dormir a sus bebés o sobre las mejores actividades para hacer con los más pequeños de la casa, entre otros.
Una de las comunidades de familias de más éxito fue creada en 1997 por la estadounidense Linda Perry. Con más de diez mil miembros, es un verdadero foro de preguntas y respuestas de todo tipo sobre la maternidad, pero también es un espacio para conversar o intercambiar sillitas y carritos de bebé, por ejemplo. Lo que tienen en común estos grupos tan diferentes es que todos aprovechan el poder de Internet para intercambiar información útil. Se trata de una relación que anteriormente solo podría producirse entre familiares y amigos, con contacto cara a cara o por teléfono. Ya no hay tiempo para eso, menos aún para la generación millenial de madres y padres, siempre trabajando y siempre conectados.
Razón por la cual –y la tendencia va en aumento– aparecen ideas de lo más creativas, como la de la pediatra brasileña Vânia Medeiros, que creó en WhatsApp grupos de madres, divididas según la edad de los hijos. Antes entablar conversación a través del servicio de mensajería instantánea, Medeiros mantiene una reunión previa cara a cara con cada una de las madres para conocerse un poco mejor en persona y crear empatía. El objetivo de la iniciativa no es hacer del grupo un consultorio médico, sino un espacio entre madres con intereses comunes. Otra innovación creada para este mismo fin es la aplicación Peanut, lanzada en febrero de este año, con varias decenas de miles de usuarias en la actualidad. Es una app similar a Tinder solo que, en vez de formar parejas, crea amistades con la maternidad como nexo común.
Gracias a la tecnología, el día a día de las madres y los padres ya no volverá a ser igual.
